Comportamiento agresivo en los perros: una mirada detrás de la fachada
¿Qué significa comportamiento agresivo?
Cuando hablamos de comportamiento agresivo en los perros, mucha gente piensa inmediatamente en situaciones peligrosas, ladridos fuertes o incluso mordiscos. Pero el comportamiento agresivo es mucho más que eso. Es una parte natural de la comunicación canina y cumple una función importante. Como terapeutas del comportamiento canino y científicos caninos, a Lui & Paulina nos gustaría utilizar este artículo para aclarar malentendidos y mostrar lo que realmente hay detrás de este comportamiento a menudo incomprendido.
La agresividad no es un signo de malicia. Es más bien una expresión de estados internos como el miedo, la inseguridad, la frustración o el dolor. En la mayoría de los casos, un perro que gruñe, chasquea o incluso muerde no está intentando tomar el control o ser "dominante", sino que se siente amenazado, abrumado o indefenso. Está comunicando: "Por favor, mantenga las distancias", "Tengo miedo" o "No puedo evitarlo".
Causas del comportamiento agresivo
El comportamiento agresivo tiene muchas causas. El dolor es un desencadenante habitual: un perro con dolor articular crónico, dolor de muelas o una lesión no reconocida reaccionará comprensiblemente con irritación si se le toca. El miedo también desempeña un papel importante. Muchos perros han sido malinterpretados o incluso castigados en el pasado cuando querían mostrar sus límites. Entonces aprenden que las señales de amenaza, como gruñir, son inútiles, y la próxima vez lo hacen directamente.
La frustración es otro punto importante. Si un perro tiene que experimentar constantemente cosas que le sobrecargan (muy poco ejercicio, ningún ejercicio mental, sobreestimulación constante), esta tensión interna puede acabar liberándose en forma de agresividad. Un perro también puede haber aprendido que determinados comportamientos le reportan éxito. Si, por ejemplo, consigue hacer desaparecer a otro perro gruñendo, almacena este comportamiento como eficaz.
Nuestro enfoque en Vitomalia
En Vitomalia, no creemos en soluciones rápidas ni en el "adiestramiento para eliminar" comportamientos. Por el contrario, consideramos a cada perro de forma holística. Si un perro muestra un comportamiento agresivo, primero comprobamos su estado de salud: hay que descartar dolores, problemas hormonales o causas neurológicas. Al mismo tiempo, analizamos la vida cotidiana del perro. ¿Cuánto descansa? ¿Cuánto control tiene sobre las situaciones? ¿Se le entiende o a menudo se le malinterpreta?
Comprender el lenguaje corporal
Una parte importante de nuestro trabajo consiste en dar a los propietarios de perros las herramientas que necesitan para aprender a leer y comprender mejor a sus perros. El lenguaje corporal es un tema central. Un perro suele manifestar su malestar en una fase temprana, desviando la mirada, lamiéndose el hocico, agachándose o poniéndose tenso. Si reconoce estas señales, podrá reducir la tensión antes de que se produzca un comportamiento grave.
Seguridad mediante la gestión
La gestión también desempeña un papel importante. No se trata de restringir al perro, sino de crear seguridad, para él y para los demás. En este sentido, un adiestramiento con bozal bien organizado puede valer su peso en oro. Unas rutinas claras, un día a día predecible y la evitación consciente de los factores estresantes también contribuyen a dar más seguridad al perro.
Entrenamiento mediante refuerzo positivo
Por supuesto, el adiestramiento también es imprescindible. Nuestro enfoque es el refuerzo positivo. Creamos nuevas asociaciones, ayudamos al perro a desarrollar alternativas y recompensamos sistemáticamente el comportamiento tranquilo y deseable. No trabajamos contra el perro, sino con él.
Nuestra conclusión
El comportamiento agresivo no es señal de un perro "roto". Es un grito de ayuda, una estrategia, una reacción a lo que está ocurriendo en su interior y a su alrededor. Si los humanos aprendemos a escuchar con atención, a mirar y a actuar con el corazón y la mente, se pueden conseguir verdaderos avances en situaciones aterradoras, y los perros aparentemente difíciles pueden convertirse en compañeros maravillosos.
Este artículo pretende animarte. Valor para mirar. Valor para hacer preguntas. Y valor para emprender nuevos caminos - junto con el perro.
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