La cría también es bienestar animal, ¿o pura arrogancia? | Episodio 15

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Los mundos chocan a menudo en el debate sobre los perros de las protectoras de animales. " Adoptar, no comprar" se ha convertido en un grito de guerra moral, y cualquiera que se decida por un perro de un criador es rápidamente considerado un desalmado o un egoísta. Pero, ¿es realmente tan sencillo? Una buena cría no significa sólo producir cachorros, sino también una selección responsable, cuidados sanitarios, estabilidad temperamental y compañía para toda la vida. Los criadores reputados no sólo evitan el sufrimiento de los animales, sino que contribuyen a que menos perros vuelvan al refugio porque aconsejan a su gente con cuidado y también están ahí para ayudar en caso de emergencia. Este artículo analiza críticamente por qué la cría puede ser también una forma de bienestar animal, dónde están los límites y por qué una visión moral unilateral suele hacer más mal que bien.

Comprender la cría: De las definiciones y la genética a la responsabilidad y las asociaciones

Cualquiera que hable de la cría de perros debería entender primero qué significa realmente criar. No todo apareamiento convierte a alguien en criador, y no toda cría tiene que ver con la responsabilidad.

Criadores aficionados, cría comercial, cría asociativa: ¿Cuáles son las diferencias?

  • Criadores: Personas que crían perros sin conocimiento, objetivo ni responsabilidad, a menudo sólo con ánimo de lucro.

  • Criador aficionado: Apasionado, a menudo con conocimientos y cuidado, pero por debajo del límite de la cría comercial (normalmente un máximo de 2-3 camadas al año).

  • Criadores comerciales: registrados oficialmente, con condiciones, pero no automáticamente de alta calidad.

  • Criadores de asociación: trabajan bajo una asociación como la FCI, la VDH, la SKG o la ÖKV, con normas claras, controles sanitarios y, a veces, estrictas normas de cría.

Criar no es simplemente "reproducir perros bonitos": es una profunda intervención en la biología, la genética y la vida de las generaciones futuras.

Todas las razas de perros vienen con un bagaje genético. En los pastores alemanes suele ser la displasia de cadera (HD), en los collies el defecto MDR1 (una intolerancia a los fármacos), en los dóberman las cardiopatías graves. Muchos de estos riesgos no se han reducido, sino que han aumentado, porque durante décadas la cría se basaba únicamente en el aspecto. Gracias a los análisis de ADN, los criadores responsables pueden ahora planificar apareamientos específicos para minimizar el riesgo de enfermedades hereditarias. Los buenos criadores invierten aquí, pero los análisis no son garantía de salud absoluta: son sólo una herramienta que debe utilizarse con responsabilidad.


Epigenética: algo más que genes en juego

Epigenética significa literalmente "por encima de la genética" y describe todos los procesos que activan o desactivan los genes sin cambiar la secuencia real del ADN.

En la cría, esto significa que no sólo es decisivo qué genes hereda un perro, sino también cuáles se activan o silencian por influencias externas.

Un ejemplo:
Una perra preñada que experimenta estrés (por ejemplo, ruido, poco retiro, estrés) transmite estas señales de estrés a los cachorros a través de las hormonas.
→ Los estudios demuestran que las hormonas del estrés, como el cortisol, pueden establecer marcadores epigenéticos que influyen de forma permanente en los sistemas de regulación del estrés de los cachorros. Resultado: un perro genéticamente "estable" puede ser más nervioso, ansioso o reactivo porque estuvo sometido a estrés en el útero.

Otras influencias:
✔ Nutrición (por ejemplo, falta de omega-3, ácido fólico, vitamina B)
✔ Toxinas ambientales
✔ Uso de medicamentos durante el embarazo

La epigenética ya se ha estudiado intensamente en humanos, por ejemplo en partos prematuros, depresión, diabetes o cáncer. Se han realizado estudios iniciales en perros -por ejemplo, sobre el estrés durante el embarazo o los efectos de las toxinas ambientales-, pero aún estamos en los comienzos. Muchas hipótesis proceden de animales de laboratorio o modelos médicos humanos y se están trasladando a los perros.

Un criador responsable garantiza un embarazo relajado y sano, porque sabe que el comportamiento y la salud empiezan en el vientre materno.

¿Qué es la epigenética?

La epigenética describe los cambios en la actividad de los genes sin modificar la propia secuencia de ADN. Factores ambientales como el estrés, la nutrición o la cría durante la gestación pueden dejar marcas epigenéticas que afectan al comportamiento, la salud o incluso la susceptibilidad al estrés de las crías.
Estado actual de la investigación(por ejemplo, Serpell & Duffy, 2016; van Steenbeek et al., 2021):

  • Embarazo poco estresante y seguro → cachorros a menudo más resistentes

  • Influencias negativas (por ejemplo, falta de suministro, estrés) → efectos a largo plazo sobre el sistema inmunitario y el comportamiento del cachorro.

  • Esto significa que un criador responsable no sólo influye en la genética, sino también en la composición epigenética de sus cachorros

Salud frente a belleza: el exceso de cría de perros

En el mundo de la cría de perros, existe un área de tensión que difícilmente podría ser mayor: Por un lado, está el deseo de tener animales bellos y típicos de la raza; por otro, está la responsabilidad de producir perros sanos y viables. Una mirada más atenta a la investigación actual y a las prácticas de grandes organizaciones de cría como la FCI (Fédération Cynologique Internationale), la VDH (Verband für das Deutsche Hundewesen) o el AKC (American Kennel Club) muestra que estos dos objetivos chocan a menudo.

El problema empieza con la definición de lo que es un "perro perfecto".
Los estándares de raza dictan exactamente el aspecto que debe tener un perro, desde la longitud del hocico hasta el ángulo de las extremidades. Sin embargo, muchos de estos estándares se remontan a una época en la que la salud genética apenas desempeñaba un papel. En su lugar, la atención se centraba en la estética, el rendimiento o el estatus. Hoy en día, vemos los resultados de esto en forma de razas sobretipadas: Bulldogs franceses que apenas pueden respirar, perros salchicha cuya espalda se hunde por su extrema longitud o perros de montaña de Berna cuya esperanza de vida no suele superar los ocho años.

Los estudios científicos demuestran que la selección selectiva de determinados rasgos suele ir asociada a graves problemas de salud. El problema de la braquicefalia, es decir, el acortamiento del cráneo, es especialmente conocido en razas como los carlinos, los shih tzu y los bulldogs franceses.
Mientras que los huesos se acortan, los tejidos blandos (lengua, paladar blando, vías respiratorias) siguen siendo proporcionalmente grandes, con consecuencias dramáticas: Dificultad para respirar, estrés térmico, lesiones oculares debidas a los globos oculares salientes.

Pero otras razas también se ven afectadas:

  • Los pastores alemanes padecen a menudo displasia de cadera y codo, consecuencia no infrecuente del objetivo específico de cría de "cuartos traseros profundos".

  • Los Labradores Retriever se seleccionan por su cuerpo pesado y voluminoso, que favorece la artritis y los problemas articulares.

  • El Rhodesian Ridgeback tiene la icónica "cresta" en la espalda, que puede estar genéticamente vinculada a un defecto del tubo neural (seno dermoide).

Lo paradójico es que estos problemas están bien documentados, pero a menudo están cimentados por los propios estándares de la raza.


El papel de las organizaciones de criadores: ¿Guardianes de la salud o parte del problema?

Asociaciones como la FCI están comprometidas con la salud de los perros, al menos sobre el papel. Los controles sanitarios, las pruebas genéticas y las licencias de cría son obligatorios, pero a menudo se quedan en la superficie. Un perro puede ser "genéticamente sano" si no transmite ninguna enfermedad hereditaria específica, pero aun así sufrir problemas de cría.
Así que la nariz corta sigue siendo corta, la cresta sigue siendo una cresta - y los criadores que trabajan activamente contra esto a menudo se encuentran con límites: De repente, sus perros ya no se consideran de pura raza.

La ciencia exige un replanteamiento radical: alejarse de los ideales de belleza y apostar por la funcionalidad, la salud y la fuerza de carácter. Esto también significa revisar críticamente los estándares de cría, "recriar" razas (como en el caso de los carlinos retro, por ejemplo) y fomentar conscientemente la diversidad genética.

Crianza y socialización: por qué es tan importante el adiestramiento de los cachorros

En las primeras semanas de vida de un cachorro se sientan las bases de todo su comportamiento futuro. La llamada fase sensible (normalmente entre las 3 y las 14 semanas de vida) es un periodo en el que el cerebro es extremadamente receptivo a los estímulos ambientales, el contacto social y las experiencias emocionales. Todo lo que el cachorro aprende -o no aprende- durante este periodo tiene efectos para toda la vida.

Pero, ¿qué significa eso en términos concretos?

Un criador responsable se asegurará de que los cachorros en esta etapa:

  • conocer diferentes superficies (césped, baldosas, moqueta, grava),

  • oír una gran variedad de ruidos (aspiradora, ruido de la calle, tormenta, risas de niños),

  • Experimenta con personas de todas las edades, otros animales, estímulos de movimiento y factores ambientales.

El objetivo es criar un perro resistente al estrés, socialmente competente y ambientalmente seguro, menos propenso a la ansiedad, la agresividad o la inseguridad más adelante.

¿Por qué es tan importante la "fase sensible"?

  • Entre las semanas 3 y 5, los ojos y los oídos se abren y el cachorro empieza a percibir activamente su entorno.

  • De la semana 5 a la 8, se practican las habilidades sociales: juego con los hermanos, retroalimentación de la perra madre.

  • Entre las semanas 8 y 14, las experiencias se consolidan: Todo lo que el cachorro memoriza ahora como inofensivo pasa a formar parte de su "repertorio normal".

Si el perro se pierde esta fase sin estar preparado o crece en un entorno poco estimulante, pueden surgir déficits difíciles de compensar más adelante. Ejemplos: Miedo a los ruidos, miedo a los extraños, dificultades para interactuar con otros perros.

Los estudios demuestran que los cachorros que crecen en condiciones óptimas son mucho más resistentes al estrés y al cambio.
A este respecto, es especialmente relevante la interacción entre la predisposición genética, la impronta epigenética (por ejemplo, a través del comportamiento de la madre y el nivel de estrés durante el embarazo) y las experiencias específicas de las primeras semanas de vida.

Un estudio de Serpell & Duffy (2016) demostró que los cachorros que tuvieron experiencias positivas con personas, lugares y situaciones en las primeras 14 semanas desarrollaron significativamente menos problemas de conducta que los perros procedentes de una crianza aislada y con pocos estímulos.


Un buen criador no se ve a sí mismo como un "propagador", sino como un compañero de desarrollo. Observa atentamente:

  • ¿Qué cachorro muestra qué temperamento?

  • ¿Quién es más miedoso, quién más valiente, quién más tranquilo, quién más exigente?

  • ¿Qué familia se adapta a cada tipo de perro?

Especialmente valiosos: los criadores que ofrecen garantías de devolución. Porque saben que no todas las colocaciones son perfectas y que la responsabilidad no termina cuando el cachorro sale de casa.

Criar un perro no es sólo cuestión de comida y un paridero, sino de experiencia, compromiso y comportamiento ético.
Un criador responsable conoce el estado actual de la investigación, colabora con veterinarios y expertos en comportamiento, observa atentamente, reflexiona sobre su trabajo y prepara a cada cachorro para la vida de la mejor manera posible.

Porque lo que se echa de menos en esta breve pero crucial fase de la vida suele acompañar al perro (y a sus humanos) durante toda la vida.

Cría y responsabilidad: por qué los buenos criadores también protegen a los animales

Cuando se habla de la cría de perros, a menudo chocan mundos: algunos la consideran pura propagación animal, afición egoísta o incluso arrogancia; otros ven en la cría una importante contribución al mantenimiento de perros sanos, de carácter y temperamento fuertes.

Pero, ¿dónde está la verdad? La respuesta: depende de cómo se practique la cría

¿Qué hace un buen criador?

  • Selección: ¿Coincide la naturaleza de los padres? ¿La genética es sana?

  • Socialización: familiarización temprana con el entorno y experiencias positivas.

  • Consejo: ¿Qué cachorro conviene a cada propietario? Recomendación honesta, incluso si eso significa "no".

  • Cuidados posteriores: persona de contacto durante toda la vida del perro, regreso en caso de emergencia.

  • Responsabilidad: Cría sólo si hay demanda y propietarios adecuados disponibles - no "producción de camadas".

La cría no es bienestar animal per se. Pero puede serlo si se lleva a cabo de forma éticamente responsable y científicamente sólida y con una clara orientación hacia el bienestar de los animales y las personas. Una buena cría es fundamentalmente diferente de la mera reproducción. No empieza con el apareamiento, sino con una cuidadosa selección que tiene en cuenta la salud, el comportamiento y la diversidad genética. Un criador que se toma en serio su responsabilidad no piensa sólo en la demanda o en el mercado, sino en el bienestar a largo plazo de la raza y de cada uno de los animales que trae al mundo.

Esto también significa que no todos los que crían perros son criadores en el sentido positivo. Hay un mundo de diferencia entre la cría por afición, la producción comercial y la cría controlada y organizada. Sobre todo las asociaciones reconocidas internacionalmente, como la FCI (Fédération Cynologique Internationale), la VDH (Verband für das Deutsche Hundewesen) o la SKG (Schweizerische Kynologische Gesellschaft), aplican normas estrictas. No sólo se refieren a los controles sanitarios, sino también a la cría, la socialización y el asesoramiento a los futuros propietarios.

Esta es una diferencia clave que a menudo se pasa por alto en el debate público. Los criadores reputados no sólo acompañan a sus cachorros hasta la entrega, sino que se consideran un punto de contacto durante toda la vida del perro. Asesoran sobre el proceso de selección, rechazan perros si las personas y los perros no son una buena pareja y aceptan perros de vuelta en caso de duda. Este sentido de la responsabilidad alivia la carga de los centros de acogida y ayuda a evitar el sufrimiento de los animales.

Otro aspecto que a menudo se subestima es la fase de crianza temprana. Aquí es donde entran en juego las últimas investigaciones científicas, sobre todo de los campos de la biología del comportamiento y la psicología del desarrollo. Las primeras semanas de vida de un perro se consideran una fase sensible. Durante este periodo, las experiencias se graban profundamente en el sistema nervioso y tienen una influencia duradera en el comportamiento posterior. Ruidos, ambientes, olores, contacto con personas y otros perros: todos estos factores determinan si un perro será más tarde resistente, resiliente y socialmente aceptable. 

Lui y Paulina con el perro del alma Vito y amalia

Sobre Vitomalia y los autores Lui & Paulina

El nombre Vitomalia procede de los nombres de sus dos queridos perros: Vito y Amalia. Vito, un perro sensible y alegre, acompañó a Lui y Paulina durante muchos años de formación. Tras una larga y grave enfermedad, tuvieron que dejar marchar a Vito con el corazón encogido el 14 de febrero de 2025.

De esta pérdida surgió el deseo no sólo de procesar la experiencia para sí misma, sino también de dar a otros propietarios de perros valor, conocimiento y consuelo - así nació el podcast, como una forma de hacer frente al dolor y al mismo tiempo como una plataforma para hablar de la tenencia de perros como realmente es: llena de amor, desafíos y crecimiento.

Lui es deportista y Paulina psicóloga. Su pasión común por los perros les unió. Una afición se convirtió en vocación: Lui se formó como terapeuta del comportamiento canino, Paulina se especializó en ciencia canina. Trabajaron juntos como adiestradores de perros durante muchos años, hasta que se dieron cuenta de la gran necesidad de equipamiento canino sensato y seguro.

Esta idea dio lugar a la tienda online Vitomalia, que es su principal objetivo hoy en día. Pero su pasión por la estrecha colaboración entre humanos y perros sigue intacta. En su podcast, Lui y Paulina comparten sus experiencias, sus conocimientos cinológicos y quieren transmitir una visión honesta y realista de la tenencia de perros: sin filtros, sin clichés, pero con el corazón y la mente.

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